Recuerdo sentirme cautivada por la peculiar apariencia del pájaro Dziu, que según las leyendas mayas, se debe a que salvó la semilla del maíz de un incendio. Ayer, los ancianos de la región me han contado sobre otros importantes personajes. El tolok, el majestuoso jaguar y el pájaro Tho, mensajero de los dioses quien con su canto transmite los deseos de los mortales hacia los seres divinos.
Hoy fui a Maní a conocer el meliponario de Lool- há, donde un grupo de mujeres se dedica al rescate y preservación de las abejas meliponas. Las grandiosas “"Xunan Kab", así llamadas por los lugareños, cuya miel es considerada alimento, medicina y vínculo con lo divino.
Mi emoción fue grande. Quizá escuchar las historias que Doña Elisa compartió sobre la conexión con su "chichi" o su abuela, las cuales le revelaron el profundo propósito de su vida: el cuidado y admiración hacia estas abejas. Estas narraciones, algunas en maya, llenas de significado, fueron un preludio inspirador para lo que me aguardaba en Maní.